De la capital al Valle Sagrado de los Incas
Por Jaqueline Alzamora (Lima, Perú).
Cuando decidí tomar este tiempo de voluntaria en MySmallHelp Perú, recibí comentarios tales como: espero que encuentres lo que buscas. ¿Yo? Yo no busco nada; solo decidí poner un freno a mi vida en la cuidad y experimentar con temas de mi sociedad, esta sociedad peruana a la cual somos un poco ajenos en nuestra querida capital. No me malinterpreten, adoro mi ciudad, me vio crecer y formarme en la persona y profesional que soy el día de hoy, gracias al esfuerzo de mis padres y algo que me enseñaron: “donde vayas deja tu marca" (Alzamora).
Venir a Ollanta y poner una pausa en mi día a día en la gran ciudad, fue una decisión importante. No vine a buscar a nada, vine a entregar tiempo y regalar sonrisas. Es gratificante poder apoyar a personas que no piden nada a cambio, que solo requieren tus ganas y tu experiencia, no tienes idea la diferencia que estas logrando.
Es así que me enrumbé en un viaje de un mes, para compartir con la organización; un grupo de personas que creen en una sociedad mejor, en esa pequeña ayuda que tanto hace falta y a veces no todos estamos dispuestos a brindar. Conocí gente importante en el camino, por ejemplo: Nati, una señora de 78 años con parálisis en la mitad de su cuerpo, pero eso no le quita las ganas de sonreír. La apoyamos con sus labores diarias y el cuidado de su huerto; debo admitir que desarrollé un gusto interesante en ir a cuidar de sus vegetales. Ella es muy amorosa y encantadora, me dio una enseñanza tan linda que deseo compartirla con ustedes: perdemos tanto tiempo quejándonos por todo, que el tráfico, que la chamba, que la plata y ella vive tan feliz con lo que tiene. Lo material, sí claro que es importante, nos permite llegar a las cosas que anhelamos, pero que tal si un día lo logramos todo en la vida, ¿seremos enteramente felices y plenos?
Pues, no lo sabemos. Porque la vida nos depara siempre cosas diferentes, por eso yo aproveché esa oportunidad para vivir esta emocionante experiencia.
Me tocó enseñar matemáticas e inglés... ¿Quién? ¿Tú? La que no fue buena estudiante... Jajaja suena chistoso, pero me comprometí tanto con estos niños, como ellos con nosotros, que sentí un agradecimiento infinito al cielo, a dios, a mi padre que acompaña mis pasos desde que nos tuvo que dejar físicamente hace 20 años. No suelo ser muy religiosa, pero confío en que hay algo supremo sobre nosotros que dirige nuestras vidas, para estar en el momento y lugar correctos.
MySmallHelp Perú es una organización sin fines de lucro que apoya a niños y adultos de bajos recursos con discapacidad física, auditiva u otra. Personas que simplemente desean aprender algo nuevo cada día. Todos ellos están motivados por una sola causa: ser mejores cada día y forjar una sociedad mejor. Ellos me enseñaron que sonreír a diario es valioso, ver la vida de una manera diferente y que soñar no solo es gratis, es la posibilidad del futuro que tanto buscamos.
Me gustaría hablarles de cada una de las personas que conocí pero creo que sería muy largo. Luis Alberto, un chico con ganas de aprenderlo todo, Lourdes una luchadora de nacimiento; Leonel, un guapo que me enseñó que no es necesario decir tanto para expresar mucho. Todos y cada uno de ellos hicieron que esta experiencia sea grata y plena. Valió cada día de este mes; esas sonrisas y esas enseñanzas de mis compañeros voluntarios no tienen precio alguno. Hoy esta limeña regresa a la cuidad gris, con unas ganas infinitas de volver y compartir con todos los que amo esta hermosa experiencia.
Cuando decidí tomar este tiempo de voluntaria en MySmallHelp Perú, recibí comentarios tales como: espero que encuentres lo que buscas. ¿Yo? Yo no busco nada; solo decidí poner un freno a mi vida en la cuidad y experimentar con temas de mi sociedad, esta sociedad peruana a la cual somos un poco ajenos en nuestra querida capital. No me malinterpreten, adoro mi ciudad, me vio crecer y formarme en la persona y profesional que soy el día de hoy, gracias al esfuerzo de mis padres y algo que me enseñaron: “donde vayas deja tu marca" (Alzamora).
Venir a Ollanta y poner una pausa en mi día a día en la gran ciudad, fue una decisión importante. No vine a buscar a nada, vine a entregar tiempo y regalar sonrisas. Es gratificante poder apoyar a personas que no piden nada a cambio, que solo requieren tus ganas y tu experiencia, no tienes idea la diferencia que estas logrando.
Es así que me enrumbé en un viaje de un mes, para compartir con la organización; un grupo de personas que creen en una sociedad mejor, en esa pequeña ayuda que tanto hace falta y a veces no todos estamos dispuestos a brindar. Conocí gente importante en el camino, por ejemplo: Nati, una señora de 78 años con parálisis en la mitad de su cuerpo, pero eso no le quita las ganas de sonreír. La apoyamos con sus labores diarias y el cuidado de su huerto; debo admitir que desarrollé un gusto interesante en ir a cuidar de sus vegetales. Ella es muy amorosa y encantadora, me dio una enseñanza tan linda que deseo compartirla con ustedes: perdemos tanto tiempo quejándonos por todo, que el tráfico, que la chamba, que la plata y ella vive tan feliz con lo que tiene. Lo material, sí claro que es importante, nos permite llegar a las cosas que anhelamos, pero que tal si un día lo logramos todo en la vida, ¿seremos enteramente felices y plenos?
Pues, no lo sabemos. Porque la vida nos depara siempre cosas diferentes, por eso yo aproveché esa oportunidad para vivir esta emocionante experiencia.
Me tocó enseñar matemáticas e inglés... ¿Quién? ¿Tú? La que no fue buena estudiante... Jajaja suena chistoso, pero me comprometí tanto con estos niños, como ellos con nosotros, que sentí un agradecimiento infinito al cielo, a dios, a mi padre que acompaña mis pasos desde que nos tuvo que dejar físicamente hace 20 años. No suelo ser muy religiosa, pero confío en que hay algo supremo sobre nosotros que dirige nuestras vidas, para estar en el momento y lugar correctos.
MySmallHelp Perú es una organización sin fines de lucro que apoya a niños y adultos de bajos recursos con discapacidad física, auditiva u otra. Personas que simplemente desean aprender algo nuevo cada día. Todos ellos están motivados por una sola causa: ser mejores cada día y forjar una sociedad mejor. Ellos me enseñaron que sonreír a diario es valioso, ver la vida de una manera diferente y que soñar no solo es gratis, es la posibilidad del futuro que tanto buscamos.
Me gustaría hablarles de cada una de las personas que conocí pero creo que sería muy largo. Luis Alberto, un chico con ganas de aprenderlo todo, Lourdes una luchadora de nacimiento; Leonel, un guapo que me enseñó que no es necesario decir tanto para expresar mucho. Todos y cada uno de ellos hicieron que esta experiencia sea grata y plena. Valió cada día de este mes; esas sonrisas y esas enseñanzas de mis compañeros voluntarios no tienen precio alguno. Hoy esta limeña regresa a la cuidad gris, con unas ganas infinitas de volver y compartir con todos los que amo esta hermosa experiencia.
Inspirador tu testimonio Jaqueline, me quedo con la frase "no vine a buscar nada, vine a entregar mi tiempo......" y es que la vida no tiene que ser compleja, de la simplicidad de las cosas nacen los gestos de entrega mas sublimes, gestos y acciones como los que acabas de hacer amiga. Te felicito! y estoy seguro que muchos se animarán después de leerte.
ResponderEliminarGracias por tus comentari
Eliminaros Gerardo :) lo bueno hay que compartirlo <3